Tai Chi, una pasión

Hace 17 años que practico Tai Chi. Entré al Instituto de Cultura Oriental, donde fui aprendiendo los estilos Yang, Wu y Chen. También practicamos Tui Shou y, ocasionalmente, algunos movimientos de Kung Fu.

El Tai Chi es una disciplina milenaria china, que tiene distintos propósitos, según la perspectiva que se utilice.

Consiste en series de movimientos suaves en los que el cuerpo, la mente y la emoción se van integrando en un todo armónico. Se le denomina también Meditación en movimiento.

Si bien hay mucha discusión sobre la calidad de arte marcial del Tai Chi, en general sus técnicas no se utilizan para torneos de combate. En cambio, sí se utiliza como base para algunas artes “más de combate”.

Tui Shou

Conocido también como push-hand, el Tui Shou consiste en la realización del Tai Chi en una práctica entre dos contrincantes, buscando cada mantener el control del otro a través del contacto en tres puntos (muñeca contra muñeca, mano contra codo, mano contra codo) y “oyendo” (percepción muy sutil de cuerpo del otro).

Cualquier intento por romper el contacto provocará un desequilibrio de las energías, el cual será aprovechado por el oponente para sacarlo de su eje y dejarlo expuesto y vulnerable. Lo mismo vale para un intento de lanzar un golpe de puño o de pie.

Chin Na

Sistema de combate que combina movimientos de Tai Chi, agarres, llaves, palancas y descoyuntamientos para someter al contrincante. Muy efectivo, es utilizado por la policía taiwanesa. Sería el origen del Jiu Jitsu y Aikido japoneses.

Desarrollo personal

La perspectiva más usual de la práctica del Tai Chi es la del desarrollo del equilibrio integral. Con ella aprendemos a controlar la respiración, tonificamos los músculos y fortalecemos tendones y articulaciones. Y también fortalecemos nuestra salud.

La premisa de la medicina tradicional china es la de los malestares y enfermedades son producto del desequilibrio y estancamiento de las energías internas. Para hacerlas fluir, los tratamientos se basan en la alimentación, la acupuntura y la digitopuntura, y las disciplinas orientadas a las energías internas como el Tai Chi.

Los estilos

El estilo Yang, más difundido en los entrenamientos en la TV o reflejos en las plazas chinas, es un estilo más fácil de practicar, de movimientos amplios y circulares, bastante definidos.

El estilo Wu, en cambio, es de movimientos más contenidos y círculos más pequeños (ambos estilos, Yang y Wu, contienen también unos círculos muy pequeños, que se perciben como un leve temblor del cuerpo).

Tanto Yang como Wu los movimientos son pausados.

Por el contrario, el estilo Chen combina movimientos pausados con explosiones de energía expresadas en golpes de puño, de pie y saltos.

Mi experiencia

Además de la práctica en el Instituto, dos veces por semana, practicaba dos veces al día en casa. Durante los primeros meses, hacía prácticas con la vista tapada, con el fin de fortalecer el sentido del equilibrio y mejorar la concentración.

Los efectos casi inmediatos se reflejaron en un caminar más equilibrado, la superación de algunos malestares en las rodillas y una mayor conciencia en mi postura corporal. En general, la sensación de bienestar corporal se fue consolidando con el tiempo.

Una segunda ganancia (muy importante para mí) fue el sentido de la disciplina. La disciplina me significa poder abordar prácticamente cualquier desafío, tener confianza en mi capacidad de desarrollar capacidades, y poder ahorrar energía (no desperdiciarla).

Mi proyección

Si bien mi actual trabajo y otras actividades cotidianas me inhiben a practicar Tai Chi los días laborales, los fines de semana y festivos me levanto indefectiblemente de madrugada para practicar el Tai Chi.

He entrenado a personas en esta disciplina, pero no profesionalmente. Es mi aspiración poder destinar una parte importante de mi tiempo a reproducir este maravilloso arte.