domingo, 24 de julio de 2011

Comunicación e Internet

En Página 12 de días atrás aparece un artículo, “McLuhan: 100 años”, mostrando una mirada actual a los planteamientos de McLuhan.

Los autores (docentes investigadores) escriben: “McLuhan decía que debido a su acción de extender nuestro sistema nervioso central, la tecnología electrónica parece favorecer la palabra hablada, con su sentido inclusivo y de participación, más que la palabra escrita que es, sobre todo, analítica, rasgo propio de las culturas alfabéticas.”; a continuación agregan: “No obstante, hoy en día, los textos escritos que creamos se parecen al lenguaje oral”. Terminan con “Pensemos, por ejemplo, en nuestra inteligencia colectiva expandida/distribuida en un gran número de comunidades virtuales. ‘Hoy en día es tan necesaria una especie de conciencia o consenso externo como una conciencia privada. Con los nuevos medios, sin embargo, es posible almacenar y traducir todo; y la velocidad no es un problema.’”



El artículo entero es interesantísimo, pero me asaltaron las siguientes reflexiones. El enriquecimiento de las formas de comunicación y el soporte tecnológico masivo e inmediato podrían dar pie a pensar que la humanidad ha encontrado un rumbo integrador, tendiente a superar los grandes males de nuestra civilización: hambre, guerra, explotación infantil, violencia insensata.

Por el contrario, y sin entrar en disquisiciones acerca de las causas últimas de los conflictos sociales, percibo en Internet una suerte de cacofonía, donde los individuos luchan por hacer oír su voz (figuradamente hablando). Los que gritan más fuerte, y tienen un mensaje más interesante, pueden lograr micro-nano-ecosistemas que incluso pueden saltar a los medios corporativos y expandirse como una pequeña ola en el mar de mensajes. Descarto de inmediato que Internet haya causado las ‘primaveras árabes’. El impulso emancipador ha buscado y encontrado su vía de expresión desde que las sociedades primitivas entraron en conflicto y surgió la opresión de una parte de la población sobre la otra.

El hecho de que millones de voces puedan expresarse en Internet no ha acercado a la humanidad a un entendimiento compartido sobre diagnósticos y propuestas de solución a su crisis. Que cualquier persona pueda abrir un blog (o cientos de ellos), no implica que su mensaje vaya a tener más impacto que otros, ni que Internet se haya ‘democratizado’.
¿Puede la hiperconectividad servir de soporte a una suerte de inteligencia colectiva que permita a la humanidad superar las amenazas sociales y ambientales?

3 comentarios:

Pedro Vallete dijo...

Quizás Internet = más datos, más impresiones fugaces, más elementos de juicio. Pero, percibo que la conversación directa, cara a cara (esto excluye al discurso en el podio) sigue siendo la máquina más sofisticada de comunicación orientada a la empatía, a los cambios de fondo.

Yerko Moretic Vidal dijo...

Sí... lo que nos llevaría a programa / proyecto, partiendo de un diagnóstico, basado en un sistema de valores...

Lourdes Mauro dijo...

Soy defensora de la comunicación via internet. Me permitió conocer a una persona muy importante para mí... Aunque reconozco que no se quedó solo en lo virtual.