miércoles, 3 de agosto de 2011

Go o Weiqi, juego de la vida


“Siete minutos para aprender a jugar, siete años para aprender a ganar”

Saliendo de una clase de Tai Chi, me cruzo con el fundador del Instituto, Kin. En su castellano chapurreado me espeta:
-¿Juegas Go?
-No- le respondí-. Me encantaría aprender.


Hace 16 años entonces Kin me enseñó a jugar Go. Curiosamente, unos 33 años antes de esa iniciación, otro chino me enseñó a jugar ajedrez...

Siendo sus reglas sencillas, elaborar estrategias y tácticas es una tarea que exige experiencia. En los primeros años me apasioné con el juego. Estudiaba como nunca lo hice con el ajedrez. Leía textos en inglés y me las arreglaba para bucear en textos en japonés.

Kin, monje chino con conocimientos enciclopédicos de artes marciales y medicina chinas, también era un profundo conocedor del Go. A un grupo de entusiastas alumnos de Tai Chi nos reunía regularmente para enseñarnos los vericuetos del juego. A la par de la enseñanza de las técnicas y estrategias, nos mostraba los correlatos con la vida.

Al poco tiempo nos llevó a un pequeño club que había organizado un japonés residente, Masanao Uehara (fallecido pocos años atrás), quien fue uno de los grandes impulsores del Go en Chile.

Los primeros meses, sólo conocimos derrotas. Había jugadores de gran nivel como Juan Carlos Carrillo, Pablo Sáez o Carlos Segura, quienes estimulaban con su presencia el desarrollo autodidacta de los demás jugadores.

Kin nos fue enseñando sistemáticamente, y antes de un año ya lográbamos derrotar a algunos jugadores veteranos del club.

En Internet ubicamos sitios donde se jugaba en tiempo real. Bastaba con inscribirse y bajar un programa cliente. Ahí el peso de los jugadores era tremendo. Además de muchos orientales, había muchos estudiantes de posgrado que le dedicaban harto tiempo al juego.

Al poco andar, separamos la enseñanza del Go en un nivel básico, a mi cargo, y un nivel avanzado bajo la dirección de Kin. Fue una actividad intensa que duró varios años.

Con el aprendizaje vamos desarrollando la capacidad de ver las distintas partes del tablero y la interrelación entre ellas. También aprendemos a establecer una estrategia y definir objetivos y las tácticas para alcanzarlos. Cual en la vida, vamos llenando el tablero con experiencias positivas y negativas.

Perdemos algunas posiciones y ganamos otras. Una de las lecciones fundamentales es el sacrificio de una posición en función de una táctica u otra posición, una suerte de trade-off o balance entre posiciones.

1 comentario:

Valentina dijo...

=) me encanta conocer un poco más de tu historia! estoy orgullosa de ser tu hija!